domingo, 25 de julio de 2010

Primera guerra mundial: Etapas

La Primera Guerra Mundial atravesó cuatro fases:

1 -La guerra de movimientos (1914)

Frente occidental

Alemania puso en práctica el plan diseñado por el general del Estado Mayor A. Von Shlieffen e invadió Bélgica violando con ello la neutralidad de ese país. La intención era sorprender a los franceses por el norte y llegar hasta París en pocas semanas. El plan Shlieffen pareció tener éxito, pues una vez eliminada la oposición de los franco-británicos en Charleroi, los alemanes emprendieron un rápido avance por territorio francés sin encontrar apenas una resistencia organizada. El gobierno francés hubo de abandonar París y se retiró a Burdeos.Sin embargo, ante el empuje alemán, los franceses replegaron sus tropas y las concentraron en torno al río Marne. El comandante de las fuerzas alemanas Von Moltke, presumiendo una fácil victoria, envió algunas divisiones al frente oriental, donde los rusos resistían con fuerza y solidez inesperadas.Los franceses, comandados por el general Joffre, reorganizaron sus ejércitos aprovechando el traslado de tropas alemanas al frente oriental. Pasaron a la ofensiva en día 5 de septiembre, fecha de inicio de la batalla del río Marne donde sorprendieron a los desprevenidos alemanes que hubieron de emprender la retirada, aunque más tarde lograron estabilizar el frente.La batalla del Marne puso de relieve el fracaso de los planes alemanes para vencer a los franceses mediante un ataque relámpago. Moltke fue sustituido por el general Falkenhayn.

En el frente oriental

El fracaso alemán en Francia se debió en gran medida a la contundente intervención de los rusos, hecho no previsto por los estrategas alemanes que menospreciaban su capacidad de movilización. Por contra, los rusos penetraron en Prusia oriental a finales de agosto derrotando a los austríacos en Lemberg y conquistando la región polaca de Galitzia (bajo soberanía austríaca). El inesperado empuje ruso provocó el repliegue alemán hasta que el general Hindenburg (jefe de las tropas) alemanas en el frente oriental) logró con los refuerzos provenientes del frente occidental obtener dos sonadas victorias en Tannenberg (agosto de 1914) y en los Lagos Masurianos.
A pesar de esos reveses, los rusos lograron apoderarse de la Galitzia austríaca y de Serbia, que previamente había sido derrotada por Austria.


2- Guerra de posiciones

Esta fase de la guerra es conocida también como “Guerra de trincheras” por la forma en que se desarrollaron las operaciones militares. Abarcó los años 1915 y 1916. Fue consecuencia del fracaso de la guerra relámpago iniciada por los alemanes en 1914. Supuso un cambio de estrategia respecto a la fase precedente y abrió paso a la guerra de frentes estables que inmovilizó a los ejércitos en líneas de trincheras que se extedieron a lo largo cientos de kilómetros, desde el Mar del Norte hasta Suiza.
Los alemanes, una vez fracasada la ofensiva inicial, adoptaron una estrategia defensiva y se atrincheraron en el frente occidental tratando de proteger sus posiciones y concentrando la mayor fuerza ofensiva en el frente oriental.
Según sus planes, una vez vencidos a los rusos, llegaría el momento de derrotar a los aliados occidentales: Francia y Gran Bretaña.











3- Crisis de 1917:

El equilibrio militar de finales de 1916 y la imposibilidad de dar fin a la guerra a corto plazo puso en dificultades a los beligerantes. Tropas y retaguardia fueron presa de una creciente desmoralización. Durante 1917 se desencadenaron protestas de soldados y mandos que se transformaron en auténticos motines que fueron duramente reprimidos. La unidad política se quebró en el seno de cada una de las potencias e innumerables voces clamaron contra la guerra, exigiendo una paz negociada. Surgieron iniciativas de paz como la de Wilson (presidente de los Estados Unidos) o la del papa Benedicto XV, pero finalmente se impusieron las tesis de los partidarios de continuar la contienda.
En Francia la especial dureza de los combates en las trincheras, unida a la escasez de víveres y pertrechos, provocaron huelgas en la industria metalúrgica y la sucesión de una serie motines (primavera de 1917) que fueron frenados mediante numerosos fusilamientos. El general Nivelle fue sustituido por el mariscal Petain quien logró restaurar la disciplina militar. El gobierno fue asumido por Georges Clemenceau
En Gran Bretaña los laboristas se alejaron del gobierno al tiempo que se sucedían numerosas huelgas. Se hizo cargo del ejecutivo David Lloyd George, partidario de proseguir la guerra y promotor de una serie de medidas que lograron incrementar la eficacia del ejército.
En Alemania se libraron enconadas luchas políticas entre los partidarios de continuar la lucha y los que propugnaban su fin. A la postre se impusieron los primeros, significados por Hindenburg y Ludendorff, generales del Estado Mayor. Los más moderados, representados por el canciller Bethmann-Hollweg, estaban decididos a limitar la lucha submarina al considerar que incrementaba el riesgo de una intervención militar norteamericana. Los submarinos alemanes habían declarado la guerra total, tanto contra los buques de países beligerantes, como contra los neutrales. En Austria-Hungría el ejército que combatía en varios frentes comenzó a dar signos de desplome. A ello se unió la escasez de abastecimientos en las ciudades.

Italia, a la que los austro-húngaros habían infligido severas derrotas, se encontraba en una delicada situación y reclamaba la ayuda del mando aliado, que envío varias divisiones franco-británicas para evitar su derrumbe militar. En el Imperio Turco, tras una serie de reveses que le hicieron perder Palestina y Mesopotamia a manos británicas, la situación se tornó insostenible.
Rusia fue sin duda el escenario más convulso de esta etapa. Presa de un fuerte descontento debido a la escasez de víveres y los continuos descalabros militares, fue presa de diversos motines que desembocaron finalmente en la Revolución de febrero de 1917. El zar se vio obligado a abdicar y se constituyó un Gobierno Provisional de corte occidental liderado por Kerenski, que en contra de la mayoría de los rusos decidió proseguir la lucha. Meses más tarde, en Octubre de 1917, un golpe de estado acabó con el gobierno burgués de Kerensky y aupó al poder a los comunistas de Lenin. Éste entabló conversaciones con las potencias centrales con el fin de poner término a la guerra en el frente oriental, hecho que se materializó finalmente con la firma del Tratado de Brest-Litovsk en marzo de 1918. Por él se imponía a Rusia la pérdida de extensos territorios (Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia, etc.). El abandono ruso significó un giro radical en el conflicto: el frente oriental quedaba libre de contiendas y ello permitió a las potencias centrales concentrar la totalidad de sus ejércitos en el frente occidental.
Sin embargo, la entrada en guerra de Estados Unidos (también lo hizo Grecia) en la primavera de 1917 alteró radicalmente las expectativas de alemanes y austro-húngaros: supuso la apertura de un nuevo frente en los Balcanes pero, ante todo, la irrupción de una potencia extraordinaria que con su formidable peso económico, demográfico y militar, inclinó la balanza definitivamente del lado de los aliados
Las razones que llevaron a los estadounidenses a intervenir en la guerra se debieron en parte a la agresiva ofensiva en la mar desarrollada por los alemanes. Las tesis belicistas se habían logrado imponer a las más moderadas y Alemania había declarado una guerra submarina total. El torpedeamiento del carguero estadounidense Vigilantia en marzo de 1917 tuvo una enorme repercusión en la prensa estadounidense e influyó en el cambio de actitud de la opinión pública, hasta entonces remisa a entrar en guerra. También influyó en esa decisión la interceptación por los servicios de espionaje británicos del llamado "Telegrama de Zimmermann" por el que Alemania daba instrucciones a su embajador en México para que intentase incorporar a este país en la contienda en contra los Estados Unidos. El 2 de abril de 1917 el presidente Wilson declaró la guerra a Alemania.






4- Fin de la guerra:

En 1918 ambos bandos atravesaban serias dificultades tanto militares como económicas. Sin embargo, la fatiga era más visible en el bando de las potencias centrales que en el aliado, pues la incorporación de los Estados Unidos al conflicto
Había supuesto una auténtica inyección de recursos materiales y humanos.
No obstante, en 1918 los alemanes consiguieron eliminar definitivamente del escenario bélico a los rusos que habían iniciado negociaciones para poner fin al conflicto. Una serie de derrotas continuadas habían animado al gobierno revolucionario soviético a firmar en marzo el Tratado de Brest-Litovsk.
Con las manos libres en el frente oriental, el general alemán Ludendorff inició una ofensiva en el lado occidental. Fue la conocida como 2º Batalla del Somme para diferenciarla de los combates que se habían desarrollado en la misma zona en 1916. La iniciativa fracasó, pues los aliados frenaron la ofensiva en el Marne, en el mismo lugar donde Joffre había hecho abortar en 1914 el Plan Shlieffen.

La contraofensiva aliada al mando del general Foch fue iniciada en julio de 1918 y forzó el repliegue de las tropas germanas. En agosto un nuevo ataque aliado que empleó abundantes carros de combate desplazó a los alemanes hasta la frontera belga. La crisis militar se tradujo en deserciones masivas.

El 8 de noviembre de 1918 estalló en Berlín un movimiento revolucionario y el Kaiser Guillermo II abdicó. Se formó un nuevo gobierno que encabezó el socialdemócrata Ebert. Alemania firmó el armisticio el 11 del mismo mes.

La monarquía de los Hohenzollern dejó paso al establecimiento de una República democrática, la de Weimar, regida por un frágil sistema parlamentario, que fue presa de una gran inestabilidad hasta 1933, fecha en que Hitler abolió la democracia. Esa fragilidad fue causada principalmente por la crisis económica de posguerra y sus secuelas sociales y políticas. El Imperio Austro-Húngaro se rindió a mediados del mes de noviembre, en tanto que búlgaros y turcos lo habían hecho ya en septiembre y octubre respectivamente


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